No hay ninguna duda de que en un viaje a Nueva York la Estatua de la Libertad es una visita obligada ya que esta enorme escultura de hierro se ha convertido en el símbolo de la Gran Manzana. Lo que no todo el mundo sabe es que hay una réplica bastante más pequeña, eso sí, en la ciudad de París.
En este post os contamos la historia de la Estatua de la Libertad de París y su relación con su “hermana mayor” de Nueva York, una de las cosas más curiosas que ver en París.
También conocida en francés como la Statue de la Liberté, fue concebida por el artista Frederic Auguste Bartholdi quien, en junio de 1871 cruzó el Atlántico con la propuesta de esta estatua para ser ubicada en la entrada del puerto de Nueva York.
La cabeza colosal de la Estatua de la Libertad estuvo presente en la Exposición Universal de París de 1878. Y el proyecto se materializó en 1885 de la mano del arquitecto Violet le Duc, responsable de la restauración de muchísimas iglesias góticas de toda Francia. En colaboración con le Duc se diseñó el basamento de la estatua y se propuso la realización del proyecto como la representación de la alianza franco-estadounidense.
La totalidad de la estatua de la libertad que se expone hoy en Nueva York fue realizada en Francia y se envió a Estados Unidos completamente desmontada y donde se montó en 1886 para celebrar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Gustave Eiffel, creador de la archiconocida Torre Eiffel también participó en el proyecto construyendo la estructura de acero para la estatua.
La Estatua de la Libertad de París es un modelo a la escala de la de Nueva York (mide la quinta parte de esta) y fue financiada por la comunidad de franceses que vivía en Estados Unidos. Se encuentra situada en la Isla de los Cisnes, un islote artificial creado en 1827 en medio del río Sena y junto al puente de Grenelle.
Se inauguró en 1889, coincidiendo con el centenario del inicio de la Revolución Francesa y el fin del absolutismo en Francia. En un primer momento la Estatua de la Libertad de París estaba orientada hacia el este, algo que disgustaba profundamente a su creador ya que de ese modo daba la espalda a Estados Unidos, lo que no parecía lo más correcto, dado que el propósito de la Estatua de la Libertad era recordar las buenas relaciones entre Francia y Estados Unidos. Pero no fue hasta 1937 cuando la Estatua de la Libertad de París se colocó tal y como la vemos hoy en día.
La Estatua de Libertad representa a una mujer vestida con túnica y una corona con siete puntas. Tiene el brazo derecho levantado y portando una antorcha; mientras, en la mano izquierda, sostiene una placa con dos fechas grabadas: 4 de julio de 1776 y 14 de julio de 1789. La primera es la fecha de la Declaración de Independencia de Estados Unidos y la segunda, la fecha de la toma de la Bastilla, que supuso el inicio de la Revolución Francesa.
Para visitar la Estatua de la Libertad de París se puede coger el metro hasta Bir-Hakeim o dar un paseo desde la Torre Eiffel. Pero esta no es la única copia de la Estatua de la Libertad que se puede ver en París. Hay otras en los Jardines de Luxemburgo, en el Musée d’Orsay y en el el Musée des Arts et Métiers, donde se conserva el modelo en yeso.
Consejo importante: Si vas a visitar París, sin duda te aconsejo adquirir la tarjeta París City Pass, pues además de que incluye algunas de las entradas de los principales monumentos de París, te incluye el transfer desde el aeropuerto hasta tu hotel y te ofrece descuento en un montón de atracciones más.
article issu de: http://www.enelmundoperdido.com/2018/04/la-curiosa-historia-de-la-estatua-de-la-libertad-de-paris-hermana-pequena-de-la-de-nueva-york/